jueves, 8 de junio de 2017

Tolerancia Cerco con la Mutilación Genital Femenina



Esta entrada la tenía publicada en otro blog y quería compartirla en este, ya que me parece de suma importancia. 

El 6 de Febrero es el día para demostrar nuestra negación hacia este tipo de atrocidades por ello voy a explicar en que consiste este método así como sus consecuencias y el objetivo que tiene.

La Mutilación Genital Femenina (MGF) consiste en cualquier procedimiento que suponga la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos u otro tipo de lesión a los órganos genitales femeninos por razones culturales o de otro tipo, pero no médicas, suele ser por temas culturales y se realiza principalmente en África Subsahariana y en los Estados Árabes, aunque los índices de MGF están aumentando, como consecuencia del crecimiento de la población mundial.


Conlleva graves consecuencias para la salud reproductiva y sexual de las niñas y mujeres. Depende varios factores así como el tipo que se practique, la precisión de quien la realice, las condiciones higiénicas, el grado de resistencia y el estado de salud. Cabe destacar que en los países donde es realizada no disponen de los avances y condiciones médicas adecuadas. 

Las complicaciones a corto plazo suelen ser; dolor agudo, conmoción, hemorragia, tétanos o infección, retención de orina, ulceración de la zona genital y lesión del tejido adyacente, infección de la herida, infección de orina, fiebre y septicemia. Las hemorragias y las infecciones pueden ser tan graves que llegan a causar la muerte.
Las consecuencias a largo plazo incluyen anemia, formación de quistes y abscesos, formación de tejido queloide, daño a la uretra que produce incontinencia urinaria, dispareunia (coito doloroso), disfunción sexual, hipersensibilidad de la zona genital, mayor riesgo de transmisión del VIH, complicaciones durante el parto y efectos psicológicos pues el procedimiento puede desencadenar desórdenes de conducta en las niñas, muy relacionados con la pérdida de confianza en los cuidadores. A largo plazo, las mujeres pueden experimentar ansiedad y depresión. La disfunción sexual también puede contribuir a los conflictos maritales o al divorcio. 

Además una mujer que ha sufrido MGF tiene más complicaciones en el parto pues, puede requerir una césarea, estancia prolongada en el hospital además de una hemorragia posparto. Las mujeres  infibuladas sufren partos prolongados y obstrucción del parto, lo que a menudo se traduce en la muerte del feto. Los hijos de las madres que se han sometido a formas más amplias de MGF corren un mayor riesgo de morir en el parto.

Suele realizar el procedimiento las personas mayores de la comunidad utilizando para ello un bisturí y unas tijeras especializadas. 
Esta práctica es el reflejo de una manifestación muy enraizada de la desigualdad de género. Allí donde su práctica está muy extendida, la MGF cuenta con el apoyo tanto de hombres como de mujeres, que, por lo general, no la cuestionan, y cualquiera que se aparte de la norma puede enfrentarse a la condena, el acoso y el ostracismo. A las familias les resulta difícil abandonar la práctica sin el apoyo del resto de la comunidad. De hecho, se suele practicar incluso a sabiendas de que inflige daño a las niñas, porque consideran que los beneficios sociales son más altos que sus desventajas. Algunas de las razones por la que se realiza es para controlar la actividad sexual de la mujer, parte del rito de iniciación que marca la transición de niña a mujer y como una parte intrínseca de la herencia cultural de una comunidad etc. 

Es un grave ejemplo de la opresión en la que ve se envuelta la mujer, considerada como un objeto propiedad del hombre por lo que debe ser sometida a atrocidades solo porque su religión, cultura, comunidad lo dicta. 

Quizás mucho opinen "que más da si ellas mismas quieren" ellas no quieren tan solo están alienada por su cultura quien les presiona en realizar algo doloroso y peligroso tan solo por la presión social. 

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